+ 3 diciembre + Rain Man +

* Día Internacional de las Personas con Discapacidad *




Rain Man

Año: 1988. Duración: 133'. Edad: A. Dirección: Barry Levinson. Intérpretes: Dustin Hoffman (Raymond), Tom Cruise (Charlie), Valeria Golino (Susanna).

Argumento

Charlie Babbitt, un joven egoísta que espera heredar la fortuna de su difunto padre, se entera de que el beneficiario es su hermano Raymond, un autista al que no conoce, porque ha vivido siempre recluido en un centro especial. Ambos harán un largo viaje a través de Estados Unidos. Al principio, a Charlie, el extravagante comportamiento de su hermano lo irrita y lo desconcierta, pero, poco a poco, aprenderá a conocerlo y a quererlo.

Fragmento

(8 min./16:02-24:34/DVD: cap.6/7)
Charlie llega al sanatorio para conocer a la persona con la que ha de compartir la herencia de su padre. Descubre que tiene un hermano y que es autista; un autista inteligente que memoriza todo lo que lee, pero que tiene dificultades para relacionarse con los que le rodean.

Para iniciar el debate

¿Qué ocurre en este fragmento?
¿Cuál es el interés principal de Charlie al visitar el sanatorio?
¿Qué reacción tiene cuando descubre que tiene un hermano?
¿Qué sentido tiene que Raymond esté siempre pendiente del horario?
¿Necesita Charlie estar internado?

Guía para el debate

  • Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 diciembre). Aprobado por la ONU en 1992 con el objetivo de llamar la atención y movilizar recursos para la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad.
Antes de la proyección
  • Vocabulario y localización espacial.
Después de la proyección
  • Preguntas para iniciar el debate
Actividades paralelas
  • Debate sobre la necesidad de internar a personas autistas como Raymond.


Texto del fragmento
—Esperaremos aquí, gracias.
—No creo que esté permitido entrar aquí, ¿no?
—(He aquí los siguientes concursantes. ¡Buena suerte a los tres! Disponen ya de 20 puntos para iniciar este apasionante juego que comienza así: ¿en qué comedia rodada en 1980 se desmelenaba Goldie Hawn? ¡Lisa!)
—Perdonen, voy a ver la televisión. Gracias.
—(La recluta Benjamin. ¡Exacto! Acaba de conseguir 5 puntos para la fase final. ¿El refugio presidencial de Camp David fue bautizado en recuerdo al nieto de qué presidente? ¡Lisa! Eisenhower. ¡Exacto! David Eisenhower. Otros 5 puntos para Lisa que pasan a su marcador. En la Edad Media, ¿qué guardaba siempre un espadachín en la hoja de su espada?
—Sea quien sea, no veo la razón para mantenerlo en secreto. ¿Es una paciente que era amante de mi padre o algo así?
—Señor Babbitt, conocí a su padre cuando usted tenía dos años.
—El año que murió mi madre.
—Mire, yo administro el fideicomiso, pero el hospital no recibe ningún beneficio.
—Me parece injusto. Eso es algo que podemos negociar.
—Acepté el encargo por fidelidad hacia su padre, pero ahí acaba mi fidelidad.
—¿Cree que yo también debería sentir fidelidad?
—Creo que siente que algo que es suyo le ha sido robado por un hombre que no sabía expresar sus sentimientos y creo que en su caso yo sentiría lo mismo
—Deseaba hablar con usted porque conocía a mi padre y quería que me ayudara a comprender los motivos por los cuales ha hecho esto. Porqué de lo contrario yo también tengo mis responsabilidades y debo respetarlas, peleando si es preciso.
—Perdone, este no es su coche. Es de mi novio.
—Sí. Mi papá me deja conducir por el jardín. Soy buen conductor.
—¿Seguro que ha conducido este coche?
—Desde que lo llevé el sábado de la semana pasada sólo ha corrido 45 kilómetros. deberían ser más de 45.
—Mire, ahí viene mi novio.
—Claro que hoy es lunes. Yo siempre conduzco los sábados, nunca conduzco los lunes.
—¿Qué ocurre? ¿Quién es este tío?
—No lo sé. Se ha metido en el coche.
—Bien, pues que salga.
—Soy buen conductor.
—¡Claro, vamos, vamos!
—¡No sé porqué le has dejado! ¿Por qué le has dejado subir al coche? No es ningún juguete.
—Dice que él lo ha conducido.
—Mi papá me deja conducir los sábados por el jardín. Antes los asientos eran de cuero marrón. Ahora son de un rojo muy feo.
—Es cierto. Los asientos eran de cuero. ¿Conoces este coche?
—Conozco este coche.
—¿De qué lo conoces?
—Seguro, lo conozco. Un Buick Roadmaster 8 cilindros del 49, motor Fireball. Sólo se fabricaron 8.099 unidades. Mi papá me deja conducir por el jardín, pero no los lunes. Seguro, nunca los lunes.
—¿Quién es tu papá?
—Samford Babbitt.
—¿Quién? ¿Samford Babbitt?
—10961 calle Beach St., Cincinnati, Ohio.
—Es mi dirección, ¿pero qué dice este tío? ¿Eh, quién es tu madre?
—Eleanor Babbitt. Murió el 5 de enero de 1965 después de una corta enfermedad.
—¿Quién demonios eres tú? ¡Espera un segundo! ¿A dónde vas?
—Faltan 13 minutos para ver al juez Wander en “El pueblo juzga”.
—¡Eh, espera un momento! Quiero preguntarte una cosa.
—…todo lo que ven es pura realidad. Los participantes no…
—Eh, estoy hablando contigo.
—Bruner, ¿quién es ese tío?
—Su hermano Raymond.
—¿Mi hermano? Yo no tengo hermanos.
—(El pueblo juzga. Hola soy Doug Lewellyn. Bienvenidos a “El pueblo juzga”)
—Dígame, ¿está loco?
—No.
—¿Es retrasado mental?
—No exactamente.
—No está loco ni es retrasado pero lo tienen aquí.
—Es autista inteligente.
—No sé qué significa.
—Antes a la gente como él se les llamaba tontos inteligentes. Tienen ciertas
deficiencias y ciertas habilidades.
—Es un retrasado.
—Un autista, con alto nivel de operatividad.
—¿Qué significa?
—Significa que hay una disfunción que perjudica el proceso y asimilación de los datos sensoriales.
—Oiga, hable claro, no entiendo nada.
—Raymond tiene dificultad para aprender y comunicar. Es incapaz de expresar ni, probablemente, de entender sus emociones de una forma normal.
—(…hacia él y luego el perro le mordió. Yo le grité a mi perro y él se tumbó…)
—Para Raymond todo es peligroso. La rutina, lo habitual, es su única protección.
—La rutina, ¡esto sí que es bueno!
—Bueno, el modo en que él actúa, duerme, come, usa el baño, anda, habla,… todo… cuando se le rompe la rutina es terrible.
—¿Cuánto lleva aquí?
—A ver, yo llegué en 1960…
—¿Qué edad tiene?
—Entonces tenía 18 o 20 años. No sé, tendría que mirar los archivos.
—¿Ha estado usted aquí desde entonces?
—Sí, fue cuando yo empecé.
—A ver, 65, 75, 85. O sea que yo tenía tres años y usted sabía que él tenía un hermano. Sabía que yo era su hermano.
—Sí. Y eso que importa.
—¿Qué importa? ¿Cómo que qué importa? ¿Por qué nadie me contó que tenía un hermano?
—¿Cómo habría reaccionado?
—No lo sé.
Sabe ya él el dinero que ha heredado.
—No, el dinero es un concepto que él no entiende.
—No entiende el concepto del dinero. Acaba de heredar tres millones de dólares y no entiende para qué sirve el dinero. Oh, esto es increíble, ¿no cree usted? ¡Bien por papá!
—“¿Cómo se llama?” ¿Quién yo? Sí, el que juega en la primera base” “¿Quién, el que juega de primera base en el Saint Louis”
—¿Qué le ocurre? ¿Por qué hace eso?
—Cuando está nervioso recita “Quién juega primero”, lo de Abbott y Costello.
—Sí, y ¿por qué?
—Reacciona así cuando le tocan sus cosas, sus libros y demás.
—¿Sabe de memoria “Quién juega primero”?
—Sí. Sabe muchísimas cosas.
—Raymond. Ted Kloszewski.
— Kluszewski. Ted Kluszewski. Buen lanzador, primera base.
—Jugaba en el Cincinnati…
—Le cambiaron por Dee Fondy en el 57. Media de bateos dos coma…
—Lee y lo memoriza absolutamente todo.
—Vern. V-E-R-N. Esta gente no se marcha. Vern, esto es una visita fuera de horario. Seguro, no es una visita del sábado.
—Se está poniendo nervioso.
—Tranquilo, Ray. (Feliz cumpleaños, Raymond. Con los mejores deseos de tu
padre)
—Es una visita fuera de horario.
—Déjalo, ha dicho que los libros no se tocan.
—Los libros no se tocan.
—¿Te gusta Shakespeare, Ray?
—No sé.
—¿Has leído esta obra?
—No sé.
—No sabes.
—¡Vern!
—¿Has leído “Macbeth”?
—No sé. ¡Vern!
—¿Has leído “Hamlet”?
—No sé. ¡Vern!
—¿”Noche de Epifanía”?
—¡Basta!
—Sí.
—¿Has leído todas las palabras de este libro y no sabes si has leído el libro?
—V-E-R-N.
—¿No sabes?
—Por favor, déjelo en su sitio.
—No sabes. Bien, Ray, tranquilo, no pienso… no tocaré nada más.
—Tranquilo, Ray. Está bien. Mi mejor amigo.
—Vern, mi mejor amigo. Mi mejor amigo, Vern.
—Tranquilo, Ray. Mi mejor amigo.
—Sí, mi mejor amigo.
—Ten, aquí están tus cartas. Perdona, no sabía dónde querías guardarlas.
—¿A ti te han recetado medicinas?
—Le gusta. Dice esto a quién le cae bien.
—Pero antes intenté acariciarle y se apartó.
—Oh, no se ofenda. Nunca me ha tocado. Y soy el mejor amigo que tiene en el mundo desde hace nueve años. No le gusta. Podría marcharme mañana sin decirle adiós y no se daría cuenta.
—No sabría que se habría marchado.
—No estoy seguro, pero creo que las personas no son su principal preocupación.
—Eh, Ray, ¿te apetece dar un paseo? ¿Eh, Ray?
¿Puede oírnos cuando está así?
—Raymond, ¿quieres enseñarle los patos a tu hermano?
—Claro. Faltan 27 minutos para ”Jeopardy”.
—No sufras, Ray, volveremos a tiempo.
—Casi 26 minutos para “Jeopardy”.
—Volvemos enseguida.
—26 minutos para “Jeopardy”.

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